ABUSO SEXUAL EN COLEGIOS PRIVADOS EN CARACAS NO ES NUEVO: CLAVES DEL CASO EN EMIL FRIEDMAN.-
Estas son algunas claves para entender la situación:
1- El día martes 28 de junio el padre de un niño de 6 años acuadió a la Fiscalía para denunciar que el pequeño le había contado que fue agredido sexualmente por su maestro de natación en el colegio Emil Friedman. Esto ocurrió luego de que la familia se percató que el boxer o interior del niño estaba mojado y tenía alguna mancha de color amarillento.
2- El miércoles 29 el niño fue sometido a una evaluación psicológica realizada por especialistas de la unidad forense de la policía científica (CICPC). Asimismo se le practicó un examen médico ano-rectal. Ambas pruebas determinaron que efectivamente había sido víctima de abuso sexual con penetración.
3- El día jueves una unidad especializada del CICPC realizó la aprehensión de los maestros Richard Marín y Juan Carrillo en la sede del colegio en la urbanización Los Campitos del municipio Baruta, en el sureste de la ciudad. Ambos fueron aprehendidos en virtud de que el niño señalaba como agresor a Marín pero decía que se llamaba Juan. Todo indica que el victimario trató de resguardarse generando confusión en sus víctimas al indicarles que su nombre era el de su colega.
4- El niño inicialmente agraviado reveló que otros tres compañeros también habían sido agredidos por lo que se les practicó evaluaciones psicológicas y forenses.
5- El boxer del niño fue enviado al laboratorio biológico que ha determinado que la mancha fue producida por líquido seminal.
6- El fluido ha sido recuperado para ser sometidos a estudios genéticos de ADN para determinar a quien pertenece.
7- El lunes 4 de julio un tribunal de control de Caracas ordenó privar judicialmente de libertad al entrenador Richard Marín, de 47 años, por el delito de abuso sexual con penetración, agravado y continuado. Se trata de un delito previsto en el artículo 259 de una ley especial de protección de los niños y adolescente (LOPNA), y establece penas que podrían superar los 25 años de prisión. El centro de reclusión de Marín será un internado judicial de Carabobo, ubicado en la ciudad de Tocuyito, muy cerca de Valencia y a unos 200 kilómetros al occidente de Caracas. El otro docente, Carrillo, fue imputado como cómplice pero se le otorgó la libertad previa presentación de dos fiadores.
8- El hecho ha generado mucha controversia ya que una parte de los padres y otras personas vinculadas al centro educativo han asumido una defensa a ultranza de los presuntos victimarios y alegan que la denuncia de abuso sexual es parte de una campaña contra la educación privada. Sin embargo otro grupo ha alertado sobre las caracteristicas del abuso sexual contra niños y ha pedido que se colabore con la investigación.
9- No es la primera vez que se registran casos de abuso sexual en los colegios de clase alta en la capital venezolana. En abril de 2014 se investigó el caso del maestro estadounidense William Vahey, empleado por más de 40 años por la red de colegios internacionales de EEUU, quien fue descubierto en Managua con una memoria digital con imágenes de al menos 90 niños a los que habría abusado. Vahey había sido docente en el centro educativo de Caracas, la escuela Campo Alegre, durante 9 años mientras su esposa era la directora de la institución. Nunca nadie sospechó que era un agresor sexual en serie.
Recordé este hermoso poema, que no necesita que seamos padres o madres, sino una alta moral, una conciencia y un corazón presto a amar, y amar es respeto!
Los Hijos Infinitos
Andrés Eloy Blanco
Cuando se tiene un hijo,
se tiene al hijo de la casa y al de la calle entera,
se tiene al que cabalga en el cuadril de la mendiga
y al del coche que empuja la institutriz inglesa
y al niño gringo que carga la criolla
y al niño blanco que carga la negra
y al niño indio que carga la india
y al niño negro que carga la tierra.
Cuando se tiene un hijo, se tienen tantos niños
que la calle se llena
y la plaza y el puente
y el mercado y la iglesia
y es nuestro cualquier niño cuando cruza la calle
y el coche lo atropella
y cuando se asoma al balcón
y cuando se arrima a la alberca;
y cuando un niño grita, no sabemos
si lo nuestro es el grito o es el niño,
y si le sangran y se queja,
por el momento no sabríamos
si el ¡ay! es suyo o si la sangre es nuestra.
Cuando se tiene un hijo, es nuestro el niño
que acompaña a la ciega
y las Meninas y la misma enana
y el Príncipe de Francia y su Princesa
y el que tiene San Antonio en los brazos
y el que tiene la Coromoto en las piernas.
Cuando se tiene un hijo, toda risa nos cala,
todo llanto nos crispa, venga de donde venga.
Cuando se tiene un hijo, se tiene el mundo adentro
y el corazón afuera.
Y cuando se tienen dos hijos
se tienen todos los hijos de la tierra,
los millones de hijos con que las tierras lloran,
con que las madres ríen, con que los mundos sueñan,
los que Paul Fort quería con las manos unidas
para que el mundo fuera la canción de una rueda,
los que el Hombre de Estado, que tiene un lindo niño,
quiere con Dios adentro y las tripas afuera,
los que escaparon de Herodes para caer en Hiroshima
entreabiertos los ojos, como los niños de la guerra,
porque basta para que salga toda la luz de un niño
una rendija china o una mirada japonesa.
Cuando se tienen dos hijos
se tiene todo el miedo del planeta,
todo el miedo a los hombres luminosos
que quieren asesinar la luz y arriar las velas
y ensangrentar las pelotas de goma
y zambullir en llanto ferrocarriles de cuerda.
Cuando se tienen dos hijos
se tiene la alegría y el ¡ay! del mundo en dos cabezas,
toda la angustia y toda la esperanza,
la luz y el llanto, a ver cuál es el que nos llega,
si el modo de llorar del universo
el modo de alumbrar de las estrellas.
se tiene al hijo de la casa y al de la calle entera,
se tiene al que cabalga en el cuadril de la mendiga
y al del coche que empuja la institutriz inglesa
y al niño gringo que carga la criolla
y al niño blanco que carga la negra
y al niño indio que carga la india
y al niño negro que carga la tierra.
Cuando se tiene un hijo, se tienen tantos niños
que la calle se llena
y la plaza y el puente
y el mercado y la iglesia
y es nuestro cualquier niño cuando cruza la calle
y el coche lo atropella
y cuando se asoma al balcón
y cuando se arrima a la alberca;
y cuando un niño grita, no sabemos
si lo nuestro es el grito o es el niño,
y si le sangran y se queja,
por el momento no sabríamos
si el ¡ay! es suyo o si la sangre es nuestra.
Cuando se tiene un hijo, es nuestro el niño
que acompaña a la ciega
y las Meninas y la misma enana
y el Príncipe de Francia y su Princesa
y el que tiene San Antonio en los brazos
y el que tiene la Coromoto en las piernas.
Cuando se tiene un hijo, toda risa nos cala,
todo llanto nos crispa, venga de donde venga.
Cuando se tiene un hijo, se tiene el mundo adentro
y el corazón afuera.
Y cuando se tienen dos hijos
se tienen todos los hijos de la tierra,
los millones de hijos con que las tierras lloran,
con que las madres ríen, con que los mundos sueñan,
los que Paul Fort quería con las manos unidas
para que el mundo fuera la canción de una rueda,
los que el Hombre de Estado, que tiene un lindo niño,
quiere con Dios adentro y las tripas afuera,
los que escaparon de Herodes para caer en Hiroshima
entreabiertos los ojos, como los niños de la guerra,
porque basta para que salga toda la luz de un niño
una rendija china o una mirada japonesa.
Cuando se tienen dos hijos
se tiene todo el miedo del planeta,
todo el miedo a los hombres luminosos
que quieren asesinar la luz y arriar las velas
y ensangrentar las pelotas de goma
y zambullir en llanto ferrocarriles de cuerda.
Cuando se tienen dos hijos
se tiene la alegría y el ¡ay! del mundo en dos cabezas,
toda la angustia y toda la esperanza,
la luz y el llanto, a ver cuál es el que nos llega,
si el modo de llorar del universo
el modo de alumbrar de las estrellas.
Fuente: http://www.amormaternal.com/2012/04/los-hijos-infinitos-poema-del.html#ixzz4Y21RE6H1
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